jueves, 3 de noviembre de 2011

El mercado inmobiliario llega a Cuba

Los cubanos podrán vender y comprar viviendas por primera vez en 50 años, según el diario oficial Granma.




La medida, aprobada por el gobierno, forma parte de las reformas económicas emprendidas por el presidente Raúl Castro y había sido adoptada por el VI Congreso del Partido Comunista, en abril.
Según Granma, la nueva ley entrará en vigor a partir del próximo 10 de noviembre y quedará restringida a los ciudadanos cubanos y extranjeros con residencia permanente.
Hasta ahora, los cubanos sólo podían cambiar de propiedad a través de una serie de complicados arreglos conocidos como "permutas", sin que pudiera haber dinero de por medio. La alternativa de muchos era acudir al mercado negro. 
La primera duda que surge es si se fomentarán créditos hipotecarios para que los cubanos puedan acceder a la compra de vivienda, ya que gran parte de la población no dispone de recursos para afrontar un desembolso muy fuerte.
También quedan en el aire las cuestiones de cuál será la política de impuestos para las operaciones de compraventa inmobiliaria y qué programas pondrá en marcha el gobierno para evitar que la liberalización del mercado de vivienda derive en la profundización de las desigualdades en el seno de la isla. 
Según cifras oficiales citadas por la agencia de noticias Efe, Cuba en 2010 tenía un déficit reconocido de 600.000 viviendas, en parte por los destrozos de los huracanes de 2008. 
Además, la mitad de las viviendas presentan problemas que hacen que sean consideradas en mal estado, hasta el punto que el 85% de los edificios necesita reparaciones.
Como explica Liliet Heredero,los cubanos tienen sus viviendas por herencia -las que son propiedad de la familia desde antes de la Revolución (1959)-, o por haberla recibido del Estado: las dejadas atras por exiliados o las promociones sociales de aire soviético construidas por el gobierno.
"El gobierno otorgaba las viviendas por centros de trabajo, a los 'destacados', pero esos programas se acabaron en los años 90", comenta Heredero.
Después se puso en marcha el programa de "microbrigadas", con los que los aspirantes a adquirir la vivienda, después del trabajo, se sumaban a las cuadrillas que trabajaban en la construcción.
"La única forma de cambiar de vivienda era mediante un sistema de permutas que ha generado un mercado negro y altos niveles de corrupción. La compra venta ilegal también existía". 




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